Curated by: Luigi Canali De Rossi
 


21 August 2008

El Futuro De Las Licencias Musicales Y La Tarifa Plana: Cómo La Música Va A Sentirse Gratuita Mientras Genera Ingresos Tangibles

El futuro de la música, tal como mencionaba anteriormente, se trata en su totalidad acerca de compartir. Si estás pensando en hacer música y vender tus propios CDs o si tienes alguna esperanza que las firmas disqueras recobren parte del terreno y prestigio perdidos... reconsidéralo.

digital-music-licensing_id526464_size485.jpg
Crédito de la foto: Viktor Gymria

"En el futuro inmediato de la música debemos enfocarnos en el hecho de que entre menos control le impongamos a los usuarios, mejor nos irá."

El nuevo objetivo para el productor independiente de música y para el propietario de un modesto sello musical es el mismo: comprometer audiencias más específicas, proveerles de música de excelente calidad y utilizar esta música como un canal de comunicación, un brazo de mercadeo y distribución para llegar a sus corazones y a sus mentes. Si tu música puede fluir libremente como el agua, el dinero y los ingresos pueden generarse al monetizar productos de calidad premium, mercancía, tiquetes de de concierto, y muchas cosas más.

"La atención es de hecho, la nueva distribución. Y el dinero real será pagado por atención real."

Es una apertura de conciencia al hecho que ya no estamos tratando de monetizar copias de plástico de archivos sonoros sino el rango completo de activos y eventos que pueden ser creados alrededor de un artista o de una banda musical. Si puedes abrasar este nuevo concepto en tu mente , entónces estarás muy interesado en conocer cómo esta aproximación innovadora de licencia musical puede proveer un flujo de ingresos mucho más grande para todos los músicos mientras que se convierte casi en "invisible" para el usuario final de la música.

Gerd Leonhard, enviado especial de Master New Media dentro del mundo musical del mañana nos explica cómo y por qué este modelo va a funcionar..

Introducción por Robin Good

 




El Fin Del Control: La Música Fluyendo Como El Agua Y La Tarifa Plana

Por Gerd Leonhard

Pasando De Controlar La Distribución A Merecer La Atención

License-digital-music-lock-cd_id2446601_size220.jpg

La industria musical constituye un gran caso de estudio debido a su marcada obsesión al control. A pesar de un largo y difícil esfuerzo para retener (¡o aún aumentar!) el control sobre lo que la gente hace con la música, la industria musical ha perdido de una manera espectacular e irreversible el control sobre la distribución de su producto.

Lo único que le queda por hacer a la industria musical es admitirlo, y ahora está pasando, con el nuevo equipo de gestión de EMI Terrafirma (Ellos tienen aún mucho por hacer pero ¡es un alivio ver a alguien que ha despertado y hace lo que debe ser hecho!).

No se trataba de que la inminente pérdida del control de distribución no fuera obvia hace más de 10 años, sino la reconocida renuencia de los "líderes" de la industria musical a reconocer el sorprendente hecho de que el usuario es quien se encuentra ahora en control de la distribución y a actuar en consecuencia.

Muchos ejecutivos de la industria musical aún piensan que ellos están en la obligación de manejar su contenido como si se tratara de reinos como les convenga más (imponiendo protección contra copia y otras restricciones) mientras que los consumidores deben continuar relegados a la posición de tómalo o déjalo. Por ello, el final del control sobre la distribución está afectando de forma principalmente fuerte a los ejecutivos de las mayores compañías musicales, y entre más se tarden en aceptar este hecho básico de la pérdida de control, es menos probable que ellos vayan a sobrevivir luego de este cambio en el nuevo ecosistema, y mucho menos prosperar en el mundo del Music 2.0. Negarlo a largo plazo traerá sus consecuencias colaterales.




El Acceso Reemplaza A La Propiedad

License-digital-music-red-carpet_id741984_size200.jpg

La realidad es que el intercambio de canciones nunca ha sido más fácil y obtener música gratis a través del sistema de compartir archivos P2P ((aún es un pasatiempo muy utilizado, pero contrariamente a lo que dicen los mitos populares, está lejos de ser la manera más utilizada para intercambiar música), Bluetooth, el intercambio en las memorias USB, comercio de discos duros, mensajería instantánea, Skype, Gmail, redes sociales, Blogs acerca de MP3, blogs, "stream rippers" y cientos de componentes musicales que ofrecen los catálogos de la música mundial por demanda, gratuitamente.

Aún en entornos donde se comparte libremente, el acceso reemplaza ahora a la propiedad, y desde hace poco se encuentran disponibles una gran variedad de herramientas para compartir música, que harían parecer a Napster como un pitillo de bebida gaseosa.

Afrontémoslo: El intercambio musical está vivo, goza de buena salud y sigue creciendo exponencialmente. Sólo espera que tengamos millones de iPhones y millones de iPods con capacidad inalámbrica, con el nuevo iPhone SDK andando entre miles de emprendedores y desarrolladores jóvenes que tienen el potencial de crear las mejores y más novedosas aplicaciones para compartir música, la cual va a ser devorada por estos inquietos nativos digitales a la velocidad de la luz. Añade a lo anterior otra generación de 2 billones de segundos, interconectados con computadoras móviles de telecomunicaciones (más conocidas como teléfonos celulares) Nokia, Samsung, LG y Motorola y tendrás un nirvana móvil del intercambio.

¿Aún sueñas con controlar la distribución? ¿Aún no te interesa colocar un medidor en este flujo digital de música que corre como el agua?

Cualquiera que discuta todavía que la distribución de la música se encuentra fuera de control debe ser un abogado enajenado de la realidad y costosamente remunerado que trabaja para la RIAA o alguien que se ha tomado un Kool-Aid contaminado seriamente de DRM (gestión de derechos digitales).




Aprópiate Del Concepto Del Final Del Control

License-digital-music-padlock_id10802211_size150.jpg

Si desea permanecer con vida, sólo existe una alternativa para la industria musical: Hacerse a la idea que el control sobre la distribución ha terminado y moverse hacia los ingresos basados en el acceso compartido que son generados por todos aquellos "piratas" que tienen acceso libre a la música, a pesar de no tener permiso para ello.

El mismo uso del término "pirata" es, desde luego, indicativo del dilema de la industria musical: esos líderes (negativos) no se pueden conformar con lo que se contentaba la Gente que antes se conocían como Consumidores (PFKACs por sus siglas en inglés) tuvieron suficiente de ello y se atrevieron a buscar y encontrar sus propias fuentes de música, más allá de los dominios controlados por las grandes disqueras. La respuesta de la industria fue: declarar criminales a sus propios clientes, equipararlos con aquellas operaciones de piratería que producen billones de CDs y DVDs de contrabando en alguna planta de producción en Mongolia. Hablamos acerca de distorsionar la percepción del público!

En cualquier caso, la historia siempre ha mostrado un camino muy bueno para salir de este dilema, en la forma de las licencia de cobertura de las que han gozado por más de 100 años las sociedades públicas de difusión como SACEM o BMI y ASCAP (que fueron formadas precisamente por esta razón) - SACEM de Francia fue fundada en 1851.

En vez de preguntarle a cada uno de los usuarios (o a cada proveedor de servicio) que obtengan permisos individuales para el trabajo musical de cada individuo, la industria - que normalmente ha sido ayudada por la presión no muy gentil ejercida por parte del gobierno - ha instituido una licencia negociada, por defecto y estandarizada que está disponible para cualquiera que se preocupe por tenerla.

A pesar de que esto puede mejorar, la cobertura existente por parte de las licencias de ejecución pública otorgadas por colectivos de derechos de autor es generalmente fácil de obtener, así como realista desde el punto de vista económico y puede abarcar cualquier escenario de uso. Al menos, lo hacía, hasta el advenimiento de la Internet.

El algunas veces torpe, pero legalmente rígido sistema, administrado a través de organizaciones nacionales de derechos de ejecución tales como ASCAP, BUMA y SACEM, ha permitido a los usuarios el disfrutar de los beneficios de ejecuciones públicas en clubes, restaurantes, conciertos y la radio desde hace algún tiempo. La licencias colectivas, a pesar de que frecuentemente han sido debatidas y algunas veces renegociadas por las partes interesadas, proveen un acceso que incluye todo para los usuarios y en un grado muy alto solucionan el problema que nos ocupa: habilitar a cada usuario - y la compañía que les sirve - a ser legal mientras acumula una buena cantidad de dinero de forma recurrente. Una situación de ganar - ganar - ganar, hasta ahora.




Una Nueva Licencia Que Cubra El Uso De La Música En Internet

License-digital-music-contract_id141710_size200.jpg

Es cada vez más obvio con el transcurrir del tiempo: lo que necesitamos es una nueva licencia de cobertura para utilizar la música en redes digitales, voluntariamente aceptada y provista por los creadores y sus representantes, y encontrar una manera justa de repartición: Música Como El Agua. Creo que esta nueva licencia va a ser la única opción real de la industria de la música para crear las nuevas bases para remonetizar la música en la era de distribución fuera de control. Pero tome nota: la tarifa plana es sólo el comienzo de un ecosistema musical nuevo en el cual van a haber disponibles muchas
fuentes nuevas de ingreso.

El fin del control de la distribución ha llegado, y al igual que cuando llegó 100 años atrás el fin del control para las ejecuciones públicas (locución), ésta se encuentra forzando a la industria musical a ajustarse. El hecho es que un escenario con una licencia de cobertura funciona bien para el uso en televisión por cable y por radio (y sí, eventualmente funcionaría también para la radio en la Internet). Un modelo de tarifa plana similar al de agua básica, energía y servicios inalámbricos funciona también adecuadamente: cualquiera se puede convertir en un usuario legal, y aquellos que no lo hagan (por cualquier razón) pueden ser fácilmente absorbidos sin romper el sistema.

Dependiendo si estamos hablando de átomos únicos y tangibles o bits y bytes reproducidos con una mínima pérdida de calidad, una tarifa fija asegura la conexión básica (tal como sucede con el agua) o incluye uso ilimitado (como sucede con la televisión). Y es que de hecho, existe una diferencia fundamental que debemos anotar: el agua no se producen libremente; a diferencia de lo que pasa en el caso de los archivos musicales, un litro de agua puede ser usado en una sola locación y no puede ser reutilizado de nuevo en otro lugar.

Los costos de reproducción de música digital son, sin embargo, esencialmente cero, y por ello no sólo deberíamos proveer un acceso de tarifa plana pero también un consumo plano - a diferencia del modelo del agua en donde el acceso se cobra con una tarifa plana pero el uso no lo es. Los bits y bytes necesitan una licencia para ser omnipresentes..

Con tantas tarifas planas, los pagos son combinados con otras ofertas de servicios y de esa manera se convierten en menos obstruyentes, migrando hacia un modo aceptado y aún esperado de conseguir lo que deseas sin tener que tomar una nueva decisión cada vez ( tal como lo requiere iTunes en la actualidad).

No se puede entrar a pormenorizar en exceso (por ejemplo contar cuántas horas utilizas tu televisor o cuánta gente está sentada enfrente de la pantalla), se imponen pocas restricciones de uso (no hay cobros extra si recibes más del número usual de correos electrónicos en tu BlackBerry), y no se crea ningún daño sustancial si algunos usuarios se pasan de listos con el sistema (como por ejemplo reciben gratis la televisión por cable).




La Atención Es La Nueva Distribución

licensing-digital-music-eyes_id14269971_size220.jpg

En el futuro inmediato de la música debemos enfocarnos en el hecho de que entre menos control le impongamos a los usuarios, mejor nos irá.

En la música, nuestra meta tendrá que ser siempre el atraer y retener grandes audiencias comprometidas - para cautivar el mayor número posible de interesados, y por extensión para que todos compartan sus descubrimientos musicales con otros, generando exposición ilimitada con ello. De nuevo, dado que los archivos musicales se encuentran disponibles de manera gratuita de todas maneras, entre más controlemos, limitemos e inhibamos el proceso de compartir, tendremos muy poca atención de la cual beneficiarnos: la atención es de hecho, la nueva distribución. Y el dinero real va a ser pagado a quienes atraigan atención real. (Ver Capítulo 1)

Basados en la perspectiva de que ya no se trata más de copias de archivos de sonido (o piezas de plástico) lo que se desea monetizar, sino el universo completo de activos que representa la firma del artista musical. Damos por sentado que un lector con mente ágil pudiera pensar que nos estamos moviendo de controlar la distribución a controlar la atención. Eso no es enteramente incorrecto pero probablemente eso es más un deseo que un pensamiento.

Mientras que las grandes compañías musicales y de medios fueron de hecho capaces de controlar la distribución con puño de hierro y protegieron sus derechos de propiedad exclusiva, la atención es algo que debe ganarse, conservarse y mantenerse - una y otra vez. Y sólo el más osado espadachín llamaría a esto "control". En vez de ello, yo creo que los usuarios ahora controlan si aún un proveedor de medios califica para obtener su atención, cada vez que ellos hacen clic. Ellos están basándose en la confianza, en otras palabras. Esa es una apuesta muy fuerte para grandes compañías que buscan obtener grandes márgenes de utilidad a costos menores, y no pienso que ellos se vayan a involucrar en iniciativas musicales y llegar lejos, por esa misma razón.




Música Que Se Siente Gratis - Pero Genera Ingresos Reales

License-digital-music-free-music_id8615592_size210.jpg

Así, la pregunta principal aún se mantiene (y voy a profundizar más extensamente al respecto en los capítulos que siguen): ¿Cómo van a hacer los creadores de contenido en la actualidad para monetizar esta atención y convertirla en dólares, euros, kroners, rupias o yenes reales?

Comencemos con darle a cada uno acceso a la música "feels like free" (y posteriormente, a otros medios). El acceso en sí mismo ya genera dinero real, ya sea a través de suscripciones, publicidad, paquetes, patrocinadores, alianzas de productos, o simplemente generando tráfico en el contexto de otro producto o servicio ( ver Gmail o Google Adwords).

La radio genera en este momento billones de dólares por concepto de ingresos publicitarios basados en música licenciada a través de la ahora obligatoria licencia musical. De hecho, ¡la radio acumula de alejo más dinero que la industria de grabación musical en sí misma! En 2006 Kagan Research proyectaba que las ganancias del sector radial de los Estados Unidos crecerían hasta 25 billones en el 2011. Extrañamente, sin embargo, por el tiempo que los dueños de los derechos aparecieron para licenciar la radio (en los Estados Unidos) ellos no fueron capaces de sustentar que el uso de las grabaciones debería ser remunerado ( tal como sucede con el uso de la composición). Y de esta manera, en los Estados Unidos, el flujo de dinero proveniente de la radio es mucho menor que lo que hubiera sido si hubiera existido una licencia disponible con anterioridad. Legisladores tomen nota de ello.

He escrito extensivamente acerca de la tarifa plana para la música en el pasado (ver Música Como Agua) y he creado igualmente muchas presentaciones al respecto.

El uso licenciado de la música en redes digitales mediante una tarifa plana, ya sea para ejecutarla o descargarla, pudiera generar rápidamente ingresos por billones de dólares que podrían ser distribuidas eficientemente entre los creadores. Esos creadores se encuentran ahora pobremente representados por la manera como sus representantes rehúsan estas licencias y niegan el uso de la música más frecuentemente de lo que lo permiten.

La industria musical debe progresar hacia permitir el uso de la música con base en una cobertura en vez de pactar tratos de admisión individuales.

En otras palabras: Renuncia al control de los puentes de entrada. Aquí es donde radica el problema.




Escrito originalmente por Gerd Leonhard para MediaFuturist y publicado el 24 de Enero de 2008 como "The End of Control: Music Like Water, and the Flat Rate"



Gerd Leonhard es un futurólogo de medios así como autor y escritor, un empresario de medios e internet, un consultor estratégico, y un destacado presentador y orador.

gerd_leonhard_music-2-0-media_futurist_size115.jpg

Si deseas hacerte una idea acerca de lo que él hace, puedes ver en Gerd's blog MediaFuturist, u observar algunos videos en las nuevas series Media Conversations Future Talks (para seleccionar un episodio, has clic en el ícono del libro , y ve desde allí). Tambien puedes visitar su canal en YouTube.




Créditos de las fotos
From Controlling To Deserving Attention: Marc Dietrich
Access Replaces Ownership: Mipan
Embrace The End Of Control: Pryzmat
A New Blanket License For The Use Of Music On The Net: Dzmitry Stankevich
Attention Is The New Distribution: Mitar Gavric
Music That Feels Free - But Generates Real Revenues: Kuzma

Gerd Leonhard -
Referencia: MediaFuturist [ Seguir leyendo ]
Si te gustó la nota puedes recibir actualizaciones suscribiéndote via RSS o via email.

O compartirla:
 
 
 
 
Comentar    
blog comments powered by Disqus
 


 

 

 

 

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons License.

 

14073


Curated by

Publisher MasterNewMedia.org - New media explorer - Communication designer
Web Analytics